jueves, 6 de marzo de 2008

INMOVILIZACIÓN DE LESIONES EN HUESOS

INTRODUCCIÓN.
El hecho de que la población sea formada en técnicas de primeros auxilios para saber responder ante situaciones de emergencia es algo cada vez más habitual y que cobra mucha importancia.
Conocer los pasos a seguir ante una de estas situaciones aumenta notablemente el nivel de supervivencia en enfermedades de aparición súbita ( angina de pecho, accidente cerebro-vascular, hipoglucemia, crisis epilépticas...), pero también en otras situaciones ( atragantamiento, hemorragias, fracturas...)

TAREA.
El objetivo de esta actividad es aprender a inmovilizar una lesión producida en un hueso largo: radio, cúbito, húmero, tibia...., sin material adaptado propiamente a ello; por tanto, se improvisará material con elementos cotidianos.
Apuntar que esto se llevará a cabo cuando sea imprescindible desplazar a la víctima, con el objetivo principal de NO AGRAVAR su estado.


PROCESO
Estos son los pasos que el alumno debe seguir para realizar una inmovilización correcta.
· Protección: uso de métodos de barrera; en este caso, como no contamos con guates, se utilizarán bolsas de la compra o de la basura.
· Presentarse, tranquilizar a la víctima e indicarle que se tiene conocimientos básicos y se le va a ayudar.
· Valoración de la lesión: localización, extensión, peligrosidad y posible agravamiento. Control de Signos Vitales.
· Material disponible: 2 palos de escoba y un par de cordones de zapatos.

· Localizar pulso por debajo de la lesión.
· Deslizar ambos cordones por los huecos naturales del cuerpo para evitar movimientos innecesarios de la zona.

§ Si la lesión es en la tibia: introducir un cordón por el hueco que forma el talón con el suelo y el otro por el hueco entre la rodilla y el suelo.
§ Si la lesión es en el radio: introducir un cordón por el hueco de la muñeca con el suelo y el otro por el hueco del hombro.
· Colocar ambos palos de escoba protegiendo la lesión e impidiendo que las articulaciones superior e inferior puedan realizar su movimiento; los palos, se deberán colocar de la forma lo más paralelo y separado posible.
· Sujetar ambos palos con los cordones ya introducidos.
· Comprobar que el miembro mantiene el pulso en su extremo distal (si previamente lo presentaba)
· Así se consigue inmovilizar la zona.


EVALUACIÓN
Esta prueba será superada siempre que la inmovilización sea realizada de manera correcta y sin ningún fallo, por varias razones:
Gran número de referencias bibliográficas en las que se explica la técnica de manera exacta y con la ayuda de dibujos.
Riesgos de una mala inmovilización: rotura de estructuras internas con el propio hueso (nervios, vasos sanguíneos, ligamentos) y creación de hemorragias, pérdidas de sensibilidad, etc.
Un principio fundamental del socorrista es vulnerado: no agravar el estado de la víctima.

CONCLUSIÓN.
Toda la población debería adquirir nociones básicas de primeros auxilios; la realización de esta técnica tiene cierta complicación si no se ha practicado antes de encontrársela en una situación real, añadiendo que tiene cierto riesgo de agravar las lesiones.
Respecto a la ejecución de la técnica, se puede observar que los 4 primeros puntos son aplicables a cualquier tipo de intervención ante un accidentado, sea cual sea el origen de la lesión: aparece la importancia de la protección del socorrista, todo el entorno y la víctima; tranquilizar a la víctima a la vez que te presentas; y la valoración de la lesión y de materiales disponibles.


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